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domingo, 13 de abril de 2014

Mi palma de este Domingo de ramos.

INÉS

Ella es
la pequeña muñeca aventurera.
Los pasillos,
la intrigante aventura, por los que avanza,
incansable,
en busca de no sé qué milagro de su vida,
se le quedan pequeños.
Más, más allá…
Detrás de cada puerta está su mundo:
un oso de peluche;
la lámpara del techo
que ofrece un balanceo misterioso
si su dedito empuja;
el grifo del lavabo,
ese prodigio donde poner la mano
bajo el chorro del agua,
que sonríe al tocarlo;
el timbre de la puerta,
señal de una llegada
que pinta en sus ojitos
la curiosidad fresca,
el gesto de su boca que espera la sorpresa,
su risa más hermosa y más sincera
para el recién llegado.

Dónde ha quedado
esta limpia frescura
del niño que algún día todos hemos llevado de la mano.
Nuestro niño más nuestro.
Aquel que hoy ya no somos.

Jorge Mato
4 de enero de 2014



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