UN ÚNICO AMOR
Los dos niños jugaban con la arena del parque.
Eran pequeños, apenas cinco años.
Desde sendos bancos, sus madres vigilaban los juegos mientras leían
distraídamente un libro.
Todavía se adivinaba un leve gesto de tristeza en sus rostros jóvenes.
Era reciente aún el dolor tras la muerte del hombre a quien amaron.
El juego de sus respectivos hijos arrancó una sonrisa en ambas
desconocidas cuando cruzaron sus miradas.
Mientras tanto, ajenos al dolor de sus madres, los dos hermanos seguían
con sus juegos inocentes.
Jorge Mato Huelves.
Guadalajara 5 de mayo
de 2009
Tierno, bueno e ingenioso a la vez.
ResponderEliminar"La tierra era un paraíso", a su vez, no ha dejado de arrancarme una sonrisa cómplice.
Felicidades de nuevo.
Gracias a los dos de nuevo.Un abrazo
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