HOY CON DOS PUNTOS DE VISTA OPUESTOS, LA ENSOÑACIÓN Y EL HUMOR, PORQUE AMBOS SON NECESARIOS EN ESTA VIDA.
No
fue la enfermedad.
Tampoco
el tiempo que, derramado sobre su cuerpo como una espesa gelatina, impedía que
sus músculos y articulaciones se movieran con la agilidad con que lo hacían
años atrás.
Nadie
podía imaginar las causas de su tristeza en los años finales de su existencia.
Solamente
él conocía los motivos que le encaminaban lentamente hacia su final.
La
razón estaba en la dificultad infranqueable para recordar aquel poema que
siempre le fascinó y que se había borrado de su memoria.
Ya
no tenía nada, ni el autor, ni el tema que en él se desarrollaba, ni tan
siquiera una palabra que le proporcionara alguna pista.
Pero
él sabía que, un día, quedó fascinado por aquellos versos que leyó y que hoy
ocupaban un vacío denso como la nada en su cabeza.
Guadalajara 26 de noviembre de
2008
UNA HISTORIA DE CINE
Queridos padres:
Al final, me vuelvo con vosotros a New
York.
Siempre ocurre lo mismo, el puñetero e
inevitable triángulo amoroso que pone todo patas arriba.
¡Mira que éramos felices los dos!
Él, guapo y fuerte. Yo, joven y hermosa.
Y, ambos, enamorados en aquel paraíso que habíamos elegido como lugar en el que
podíamos conservar la más pura inocencia como seres humanos, los más nobles
sentimientos para ayudar a los demás cuando fuese necesario.
Y, por añadidura, disponiendo de los sabrosos
y variados manjares que la naturaleza
ponía a nuestro alcance.
Entonces, apareció ella.
Nunca pude sospechar que un día fuese la
causa de que yo me encuentre en estos momentos más sola que la una.
Pero, claro, hay cosas que para mí son
difíciles, a pesar de mi juventud.
En nuestras correrías por aquellos
frondosos bosques, yo siempre me quedaba atrás.
Ella era mucho más rápida y más hábil
para seguirle y, supongo yo, que, en esos retrasos, cuando ellos se me
adelantaban, y en tanto en cuanto yo les diese alcance, iría surgiendo algo que
hizo que el ambiente de camaradería entre ambos me fuese a mí dejando a un
lado.
Y, así estamos.
Hoy yo estoy aquí y ellos dos, viviendo
en aquella hermosa cabaña que juntos construimos y que tanto esfuerzo nos
costó.
¡Maldita mona Chita ¡ En buena hora apareció en nuestras vidas.
Vuestra hija
Jane.
Jorge Mato Huelves
Guadalajara 1 de diciembre de 2007
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